Aproximación al contexto


La expansión de la ciudad frente al crecimiento poblacional:

El Distrito Central es uno de los 28 municipios de departamento de Francisco Morazán y la ciudad de Tegucigalpa es la más grande y poblada de Honduras y concentra un buen número de dependencias e instituciones del Estado. A la fecha el número de habitantes es más de un millón en el Distrito Central, de los cuales el 1.2% (aproximadamente trece mil personas) se concentran en las colonias del ámbito de estudio. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística de Honduras, se prevé que para el 2020 la población total en el Distrito Central será de 1,276,738 habitantes, aumentando también el número de personas que vivan en las colonias priorizadas del proyecto.




El derecho a la ciudad una materia pendiente:


Tegucigalpa al igual que el resto de las ciudades latinoamericanas presentan hoy día grandes desafíos para garantizar a sus habitantes un espacio de calidad que permita el disfrute de sus actividades y su desarrollo integral, de manera equilibrada, justa, equitativa, digna y sostenible. La carta mundial por el derecho a la ciudad, suscrita y ratificada por varias ciudades en todo el mundo, establece en varios de sus artículos que las ciudades deben garantizar entre otras cosas:


El derecho al agua, al acceso y suministro de servicios públicos domiciliarios y urbanos.
El derecho al transporte público y la movilidad urbana.
E derecho a la vivienda.
El derecho al trabajo.
El derecho a un medio ambiente sano y sostenible.


Sin embargo, y producto de la dinámica de desigualdad social, espacial, económica y de segregación urbana, surgen y se consolidan los asentamientos precarios en casi todas las ciudades, Tegucigalpa no es la excepción, prueba de ello las colonias localizadas en la periferia de la ciudad y que concentran gran número de habitantes, quienes guardan una relación y una dinámica con la “gran ciudad”, principalmente por cuestiones de trabajo. Dichas colonias presentan situaciones de precariedad que limitan su desarrollo a nivel comunitario y por consiguiente se encuentran privadas de su derecho legítimo de ciudad.




Pobreza urbana, un alto al desarrollo local

En Honduras y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, los hogares en condición de pobreza son aquellos que en relación con sus ingresos no cuentan con la capacidad para satisfacer, por medio de la compra de bienes y servicios, un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas como básicas (60.9%). En tanto que, para el Distrito Central, el 50% se encuentran en esta situación, localizados en el área urbana concentrando a más del 54% de personas pobres.


En el caso de las colonias del ámbito de estudio, los hogares en condición de pobreza son alrededor del 85%. Característica que fue observada durante los recorridos exploratorios realizados, entre los factores que comprueban dicha condición están: falta o limitado acceso a los servicios básicos (agua potable, alcantarillado sanitario, electricidad y tren de aseo); materialidad precarias de las viviendas; hacinamiento; población que trabaja en el sector informal y sus ingresos en raras ocasiones supera el salario mínimo; dificultad para tener hábitos alimenticios saludables, por lo que existe un alto consumo de comida chatarra; bajos niveles de salubridad principalmente por no tener agua y un manejo inadecuado de los desechos líquidos y sólidos; así como la accesibilidad limitada especialmente en las áreas con pendiente (barrancos).




Precariedad del hábitat, una realidad sensible:


Sin lugar a duda el tema de la materialidad de la vivienda es un indicador importante y directamente relacionado con la precariedad del hábitat, en este sentido, la mayoría de las viviendas de las colonias del ámbito de estudio presentan materiales de baja calidad y poca resistencia tanto en techo, en paredes como en el piso.


Las viviendas tienen acceso limitado al servicio de agua domiciliar, y utilizan los camiones cisternas para abastecerse; no cuentan con alcantarillado sanitario, por lo que el desfogue de las aguas servidas se hace directamente a la calle, a pozos ciegos o fosas sépticas. Así mismo tienen acceso limitado del servicio de electricidad. En cuanto al manejo de la basura, se evidencia una presencia fuerte de basura en las calles y lotes baldíos. El servicio de alumbrado público es parcial.


Las calles y callejones en todas las colonias del ámbito de estudio no están pavimentadas, lo que dificulta considerablemente la accesibilidad y movilidad, especialmente en las áreas con mucha pendiente y en época de lluvia.


El nivel de hacinamiento en las colonias es alto, circunstancia que se comprobó durante los recorridos ya que se observaron viviendas en estas condiciones y en algunos casos viviendas con monoambientes que utilizan para diversas funciones (comer, dormir, estar e incluso para negocio).




Riesgo a desastre, la variable constante

La vulnerabilidad presente en el ámbito de estudio es alta, en relación con el riesgo de inundación y deslizamiento, que algunas de las viviendas presentan especialmente en época de lluvia. Las variables identificadas que inciden como factores de riesgo a desastre son:


Emplazamiento de la vivienda en el lote.
Localización del lote respecto a la pendiente del terreno.
Ubicación del lote y su proximidad a ríos y barrancos.
Sistema constructivo y materiales de la vivienda inadecuados
Falta de plataformas y muros de contención, para estabilización del suelo


El riesgo a desastre es una variable constante en el territorio, que puede reducirse en la medida que el nivel de vulnerabilidad ante la amenaza sea menor y la capacidad de resiliencia sea mayor. Sin embargo, es evidente que los habitantes de las colonias, no se encuentran preparadas lo suficiente para enfrentar el riesgo y sobreponerse a situaciones ante desastres.




Participación comunitaria, un elemento básica indispensable::


La participación y la organización comunitaria en cada una de las colonias es favorable y con buena disposición de colaborar en el proceso que conlleva el proyecto. Los Patronatos y las Juntas de Agua constituyen las principales organizaciones comunitarias que existen en las colonias y cuyos miembros son responsables de mantener informada a la población; motivarla a que participen de las actividades, programas y proyectos que benefician a la comunidad, y de gestionar ante diversos actores e instituciones, cuestiones que contribuyan a mejorar la calidad de vida en las colonias.


Una de las frases recurrente y con mucho significado durante las visitas de campo fue: …estamos organizados, comprometidos y con de colaborar y trabajar; esto es importante para nosotros.